Módulo N-X, Renacimiento: El niño interior desde el budismo de Thich Nhat Hanh. Diciembre.

Módulo N-X, Renacimiento: El niño interior desde el budismo de Thich Nhat Hanh. Diciembre.

En vietnamita, al útero se le llama tu cung, «el palacio del niño». Hanh, Thich Nhat.
 
El Renacimiento del Niño Divino
1. Concepto de Niño Interior en el Budismo de Thich Nhat Hanh

   - Mente primordial y naturaleza búdica.

   - Semilla de bondad fundamental en cada ser humano.

2. Prácticas para Trabajar con el Niño Interior

   - Mindfulness y compasión.

   - Sanación de heridas emocionales.

   - Cultivo de amor incondicional y comprensión.

3. Significado del Mes de Diciembre en el Budismo y en el Viaje de la Oca

   - Integración de espiritualidad y psicología.

   - Relación con los arquetipos junguianos.

4. Importancia del Renacimiento del Niño Divino

   - Sanación y transformación personal.

   - Conexión con lo divino y realización espiritual.

Concepto de Niño Interior en el Budismo de Thich Nhat Hanh
Al igual que en otras tradiciones espirituales y psicológicas, el budismo de Thich Nhat Hanh reconoce la importancia de conectarse con el niño interior como un paso hacia la realización espiritual y la plenitud emocional, una parte fundamental del proceso de sanación y transformación personal.
Mente primordial y naturaleza búdica.
En la filosofía budista, el concepto de "niño interior" se relaciona con la idea de la mente primordial o la naturaleza búdica, que es inherentemente pura, despierta y llena de amor y compasión. 
Semilla de bondad fundamental en cada ser humano.
Thich Nhat Hanh enseña que cada ser humano lleva dentro de sí mismo esta semilla de la bondad fundamental, pero a menudo está cubierta por capas de sufrimiento, miedo y condicionamientos sociales.
Mindfulness y compasión.
Al trabajar con el niño interior, el budismo de Thich Nhat Hanh ofrece prácticas de mindfulness y compasión para ayudar a sanar las heridas emocionales del pasado, liberar los patrones de pensamiento y comportamiento limitantes, y cultivar una relación amorosa y compasiva con uno mismo. 
Esto puede implicar aprender a cuidar y consolar al niño interior herido, nutriéndolo con amor incondicional y comprensión profunda.

Al mismo tiempo, la celebración del mes de diciembre como el mes del renacimiento del niño interior en el contexto del viaje de la oca y la búsqueda del Jardín de la Oca y el niño divino sugiere una integración de la espiritualidad y la psicología, especialmente en el marco de los arquetipos junguianos. 

El niño divino puede ser visto como un símbolo de la pureza, la inocencia y la conexión con lo divino que reside en cada ser humano, y trabajar con este arquetipo puede conducir a una mayor integración y realización espiritual. 

En resumen, el budismo de Thich Nhat Hanh ofrece una perspectiva valiosa sobre el trabajo con el niño interior como parte del proceso de sanación y transformación personal, que se puede integrar de manera significativa con otros enfoques espirituales y psicológicos, como el viaje de la oca y los arquetipos junguianos.